LECCION DEL DIA

La peor pesadilla de Wall Street

Equipo editorial

Wall Street, el símbolo de las finanzas mundiales, vive una de sus peores pesadillas: una crisis de sobreendeudamiento acumulado que ya lleva 13 meses, a pesar de los intentos de la Fed y los bancos centrales del mundo para detener la carnicería, cobrando víctimas.

La caída de Lehman Brothers, una de las cuatro compañías de corretaje más grandes del mundo, le pegó durísimo a los mercados. La Fed no salió al rescate, probablemente para enviar el mensaje de que no se puede salvar a todas las instituciones financieras con problemas y hubo pánico en los mercados.
A continuación, Merrill Lynch, otra gigante, se vendió barato a Bank of America para salvarse. AIG, una de las aseguradoras más grandes del mundo, estaba al borde de la quiebra y la Fed, ante la caída estrepitosa de los mercados, decidió salvarla, tratando de parar el frenesí.

Al contrario de lo esperado, el pánico siguió creciendo y los mercados cayeron nuevamente, desconfiaron y los capitales volaron a bonos del Tesoro, con una demanda tan grande que el rendimiento llegó a ser inferior a 1% y aun así se vendieron.
El temor de que la crisis enfrentada solo era comparable con la Gran Depresión de 1929 y que era inminente una corrida, o retiro masivo de depósitos de la banca comercial, lo que se hubiera llevado al sistema como lo conocemos, empujó a los banco centrales de todo el mundo y al Gobierno de Estados Unidos a actuar pronto y buscar una solución seria.

Era tiempo de pensar en grande, como escribieron las principales publicaciones financieras. Las reuniones de agencias gubernamentales han producido una serie de anuncios que han calmado a los mercados y por dos días consecutivos han recuperado valor. Y aunque el Congreso se mostraba reticente, decidió actuar.
Más allá de solo prestar a instituciones financieras, el Gobierno pondrá capital permanente para comprar activos de instituciones financieras y sanearlas, esto lo haría una institución especializada. Ya se dio en el pasado y al final, se recuperó mucho. En El Salvador se dio algo así con el Fosafi, que saneó la banca quebrada en los años que la administró el gobierno demócrata cristiano.

Adicionalmente se ofrecerán avales o seguros a inversionistas que compren activos a fondos de inversión, y comprarán notas emitidas por agencias hipotecarias.
Otra medida que inyecta confianza es la prohibición temporal de “short selling” en compañías financieras, o apuestas a que las acciones bajen. Se atribuye mucha culpa en la debacle a especuladores que hicieron bajar acciones con órdenes masivas de venta, para comprarlas baratas y beneficiarse al subir el precio. Lo mismo se ha hecho en Rusia y algo similar en China.

Lo esencial es que la crisis fue causada por un exceso de endeudamiento, más allá del crecimiento de la economía, acumulado por una década y resolverla requiere un proceso de “desendeudamiento” lento, doloroso y complicado.
Lección para nosotros y el mundo: No hay que endeudarse más allá de las posibilidades, hay que ahorrar y ser cuidadosos en los gastos. Aplica a las grandes naciones y a las pequeñas, a las empresas, familias y personas.

FUENTE: http://www.eleconomista.net/editorial.php